El niño del Reyno

Una imagen ha dado la vuelta a España hace unas horas: la de un padre madridista protegiendo a su pequeño frente a un grupo de rabiosos en el Reyno de Navarra, con un conmovedor abrazo que simboliza la situación por la que está pasando el madridismo. Para mi ese padre encarna los valores del madridismo y su hijo personifica a todos los aficionados que están siendo atacados por el mero hecho de ser del Madrid.

En los últimos tiempos se ha estado yendo paso a paso camino del ajusticiamiento. De tu ajusticiamiento, sí. Del tuyo por ser madridista. Del tuyo por tener una ilusión, un amor al futbol, unos colores. Te han clasificado como ultra por tener blanco el corazón. Te han llamado yihadista y mosca come mierda por mostrar apoyo hacía el entrenador de tu equipo. Se han reído de tus valores porque directamente ya no los tienes según ellos. El sistema ha montado ese guión: hay unos buenos y unos malos. Unos que deben ser segundos por decreto y otros primeros. Y tú, lo siento, eres de los malos.

Con ese ideario simplista y totalitario han ido retroalimentándose, convenciéndose entre ellos de que esa es la realidad que debe imperar. Han llegado a la conclusión de que a gran parte del negocio mediático que rodea a nuestro futbol no les interesa un equipo que haga sombra al que ya habían encumbrado a los altares. Tampoco les interesa un entrenador al que no puedan manejar. Que no siga el juego de la prensa. Y ni mucho menos les interesa una afición que defienda a ese entrenador.

Y cuando ese guión se desmonta con exhibiciones en Champions, goles eternos o liderato en Liga, el sistema se vuelve más virulento. A veces, sin el menor de los disimulos. A veces, en vísperas de partidos importantísimos. Hay cientos de ejemplos de ataques públicos a miembros del Real Madrid e insultos públicos a la afición del Real Madrid. Y, ¿esto es normal?... No, no lo es. Pero no pasa nada, que es lo más preocupante: esa violencia mediática anti-madridista se ha instalado con total normalidad.

Y como algo normal también debieron entenderlo esa panda de anormales, que en el mismo estadio donde Benzema hizo homenaje a Van Basten acorralaron a un niño y a su padre. Los insultaron gravemente por tener colgada una pequeña bandera del Real Madrid. Quizá pequeña de tamaño, pero grande... enorme de sentimiento. Ese niño nos representa a todos. El niño del Reyno es el corazón del madridismo.